7. Surrealismo o realidad

Prueba de las mil vueltas que da uno sobre sí mismo está en el resultado que obtiene, visto con perspectiva aparecen las propias contradicciones, aquello de prueba y error, es mi única verdad absoluta. Como evidencia mi paso por el retrato, que puede haber mas figurativo que un paisaje o un retrato.

Natalia - técnica mixta 2010

Pocos han sido los retratos que han pasado por mis manos y menos aun los que he sido capaz de hacer de manera convencional, además del esfuerzo requerido no terminaba de encontrar sentido a ese intento de reproducir literalmente lo que veía. Se que no es tan simple, en la propia visión de las cosas ya hay algo de uno mismo que queda plasmado en el lienzo, pero con todo, me cuesta disfrutarlo.

Sin título - acrílico 2010

Esa limitación temática hizo, que a las primeras de cambio, me alejase radicalmente de mi realidad más cercana, una parada fugaz pudo ser mi acercamiento a una visión surrealista de las cosas, pero tampoco me sentí cómodo. No me acuerdo ahora de Miró, sino de Dalí y especialmente de Picasso, no es posible disfrutar de sus obras sin que quede impresa su huella para siempre.

desnudo - acrílico 2010

No se si Natalia admitiría haber sido también modelo para el tema anterior, en todo caso fue mucho más divertido imaginarla de esta guisa, a haberla pintado al natural. Y mientras, África se mueve en diferentes realidades sin necesidad de etiquetas, su falta de prejuicios le es muy útil y sobre todo liberador.

el mundo - rotuladores, 6 años

Pavo real - pastel, 5 años

6. De lo figurativo a la abstracción

Antes incluso de comenzar a pintar me sentía atraído por obras y artistas como Klee, Miró o Pollock tan difíciles de clasificar, por mucho que les incluyan en determinados movimientos o grupos son totalmente inclasificables. En todo caso, su espíritu parece haberse alejado del mundo real a medida que desarrollaban una obra más personal. No es mi caso, no pretendo haber llegado a tener un propio lenguaje, pero en las diferentes probaturas voy sabiendo al menos aquello que no me gusta. Me gustaría compartir aquí algunas pinturas que cubren estos cuatro años para mostrar, en cierta medida, mi propia evolución.

 

 El anterior es uno mis últimos óleos, me pareció interesante mostrarlo inacabado, a veces me es difícil determinar cuando dar una obra por terminada, otras en cambio no tengo más que dejarme llevar. 

Los dos óleos siguientes, se pintaron con una diferencia de casi un año, y tengo la percepción de haber cambiado mucho en ese tiempo, no se que os parece...

 

Los siguientes, muestran los palos de ciego que puede llegar a dar uno en esa búsqueda. Prueba y error, no conozco otro método. También es determinante el momento en que uno empieza un nuevo lienzo, depende de los artistas cuya obra haya podido ver durante esa época, de un pequeño detalle aparentemente superfluo y por supuesto, de tu estado de ánimo.

 

África tiene su propio desarrollo, sus influencias proceden del mundo que la rodea. Últimamente no le apetece nada pintar, no siempre son pasos hacia adelante...

Circo - témpera, 3 años

Mezquita - rotuladores, 5 años

Perrito - pasteles, 6 años

5. Pintura al oleo y los Delaunay

Algún tiempo y varios lienzos después de trabajar con acrílicos me aventuré por fin a intentarlo con los óleos. Supongo que algún acabado decepcionante en la etapa anterior pudo influir aunque más tuvo que ver sin duda, el afán por explorar un medio del que tan bien había oído hablar. Mayor control del color,  flexibilidad a la hora de retocar y modificar un tema casi sin limitaciones son algunas de las ventajas más obvias.

Homenaje a Sonia Delaunay - Acrílico 2011

Durante el tiempo en que fui madurando el cambio de medio, pude conocer la obra de Robert y Sonia Delaunay, el mundo de la abstracción de la que son pioneros, así como el estudio y tratamiento del color me cautivaron desde el principio. En la medida en que fui acercándome más a su obra, especialmente a la de Sonia Delaunay, llegué a la conclusión de había hecho un gran hallazgo. La sencillez de los temas junto con su atrevimiento en la aplicación del color hacen de ella una de mis referencias fundamentales.

Óleo 2012

Óleo 2012

De la mano del paso del acrílico al óleo, o simplemente coincidiendo con ello, se han desencadenado muchos más cambios. La liberación en cuanto al tamaño del soporte, dos de los cuadros anteriores tienen casi dos metros de largo. El propio soporte, ya que ahora todo es susceptible de ser utilizado como base de un tema, además del convencional lienzo, del papel o de la madera, las telas empiezan a entrar en juego, una simple maceta en la ventana, las piedras que recogemos en una excursión, cerámica casera... Sin olvidar el uso otros elementos ajenos a la propia pintura: arena, sal, trozos de madera, etc. cualquier cosa puede formar parte del menú. Los límites se desvanecen pero debo tener cuidado ¡¡¡¡¡nos estamos planteando pintar directamente sobre la pared de casa!!!!!

Técnica mixta (acrílico, madera y sal) - 2011

Lamentablemente, África no ha podido incorporarse a algunos de los cambios...Tal como ella misma me dice cuando estoy a tortas con el óleo, ¡eso huele fatal! aunque no es obstáculo para su imaginario, en donde no faltan los animales como podeis comprobar:

Gallo - pastel, 6 años

Leopoardo - rotuladores, 5 años

4. Paul Klee y los acrílicos

La siguiente elección fue el medio acrílico por sus múltiples ventajas: versatilidad, rápido secado, carencia de olor así como el relativamente fácil control del medio hicieron de las pinturas acrílicas algo más que una parada en el camino. Con niños en casa y escaso tiempo de dedicación, este medio ha sido compañero de viaje durante bastante tiempo, aun hoy sigue conmigo.

Jardines tunecinos de Klee - Acrílico 2010

Uno de los primeros cuadros del maestro Klee en llamar mi atención fueron sus jardines tunecinos, acuarela original con un despliegue de color único que, efectivamente recuerda a Túnez por sus azules turquesa y frescura. La aguada de acrílico permite obtener acabados semejantes a la acuarela, si bien el trazo aun se muestra torpe es una gozada inspirarse en la obra de este genial e incalificable pintor, eso sí una de las mayores carencias del acrílico se manifiesta claramente a las primeras de cambio, una vez seco el color resultante difiere bastante del aplicado, tonos que parecen más apagados en algunos casos y las más de las veces pierden fuerza. No obstante observando la evolución en el tiempo se puede controlar parcialmente esa pérdida.

Aguada de acrílico 2011

Acrílico 2010

África por el contrario, sigue con sus témperas, aun es pronto para abordar otros medios, no obstante hace gala de su propio mundo y no necesita más inspiración que la propia.

Abstracto - témpera 5 años

Calamár gigante - técnica mixta 6 años

3. Gouaches y Miró

Antes incluso de empezar a pintar de una manera consciente, comencé jugando con la pequeña África, naturalmente los medios que podíamos utilizar los dos juntos estaban condicionados por su edad y mis limitaciones. Aparecieron así las pinturas al pastel y, sobre todo, los gouaches o témperas como aquí las llamamos. Como os cuento, llegaron a nuestras manos de una manera natural, mientras la frifri comenzaba a manchar manos y papel a partes iguales, yo perdía el miedo a que manchase algo más e inevitablemente acabé por unirme a la fiesta.

El jardín de Miró - 2009 Gouache

Mis primeras inspiraciones vinieron de la mano de mis primeros recuerdos también, Miró, el primero de los maestros al que he admirado. Su aparente simplicidad, su mundo calificado muchas veces de infantil, así como el uso de colores primarios y su particular lenguaje, me llevaron a admirar algunas de sus obras, y en algunos casos a intentar reproducirlas. Es entonces cuando uno toma conciencia de lo complejo del proceso creativo, por ello los primeros pasos son simples copias, de esa manera puedes aprender a familiarizarte con el medio con todo el empeño posible, sin necesidad de repartir esfuerzos con la tarea de crear, que en esos momentos se me antojaba inalcanzable.

El bosque de Nava - 2009 gouache

La versión de África con 6 años

 Durante aquella época, le contabamos a África muchos cuentos, algunos inventados que conformaron un pequeño universo particular que llamamos "El bosque de Nava". Así surgió este otro gouache que pintamos juntos, los personajes de nuestras historias fueron apareciendo con el esfuerzo de los dos.